¡Por fin comenzó el Mundial!

Columna de opinión de esta semana,
publicada en ElClavo.com


A eso de las nueve de la mañana, este viernes 11 de junio, se dará el pitazo inicial en el cotejo, Sudáfrica versus Méjico, para así abrir oficialmente el decimonoveno Mundial de Fútbol. Un Mundial al que afortunadamente no va la Selección Colombia, pues así disfrutaremos de una primera ronda sin hacernos ilusiones y volver a sufrir un ridículo nacional.

Debo advertir que soy hincha furibundo de nuestra selección, por eso, lo anterior lo escribo con mucha tristeza, pues me gusta sufrir. Esto lo pueden corroborar mis amigos, quienes me vieron apretar nalga hasta último momento en la eliminatoria para Sudáfrica 2010, soñando con que los resultados nos iban a dar, tal como lo hice en la Liga Postobón con el Deportivo Cali. Bueno, ahora tocará vivir la agonía con Honduras, por aquello de que Reinaldo Rueda dirige dicha selección, y así no perder la costumbre de soñar con el triunfo, sabiendo que la derrota es un hecho.

Con el tema de la pasión mundialista tengo mi teoría. Si bien son muchos los que se declaran seguidores de este deporte y en nuestra sociedad nada es más fácil que armar un picado con cuatro piedras y un balón rucio en cualquier calle del país, creo que en mi generación —aquellos nacidos a comienzo de los 80— el sentimiento de frustración y admiración por los mundiales tienen otra motivación.

Resulta que nuestra niñez la vivimos siendo testigos de los fracasos de la Selección Colombia en los mundiales. Aunque no perdíamos el tiempo siguiendo las eliminatorias —pues para nosotros era casi lógico que Colombia fuera al Mundial— no podíamos dejar de verlo por televisión, más cuando Pelé había anunciado que Colombia podía ser campeón mundial. Una ilusión que se convirtió en obsesión, al punto que fuimos de nuevo protagonista de otra vergüenza mundial, cuando se cometió el asesinato de Andrés Escobar, en medio de USA 94.

Ya en nuestra adolescencia, siendo más conscientes de las sensaciones que producía este deporte, vimos en Francia 98 el preciado gol de “Calimenio”, que no nos alcanzó para pasar a segunda ronda. Sin embargo, ninguno sospechaba que este sería el inicio de nuestra zozobra frente al televisor, pues desde entonces no volvimos a asistir a ningún Mundial y ahora, lo lógico es que no vayamos. Admiro a los amigos que en ese momento sacaron al fútbol de sus vidas, pues cada cuatro años no sienten un vacío cuando no escuchan nombrar a la Selección Colombia entre los 32 equipos participantes.

Ahora bien, como fútbol-adictos que somos, celebramos que esta semana comience el primer mundial con sede en un país africano, donde la tecnología, las millonarias nóminas y las estrellas, prometen un evento deportivo mejor que el anterior.

En cuanto a nuestra Selección, habrá que esperar los frutos de la novedosa contratación de Hernán Darío Gómez. Un técnico histórico, por sus glorias en la época de mi niñez y el fútbol de antaño que sabe dirigir, quien tiene como tarea llevarnos al próximo mundial, donde Brasil no jugará las eliminatorias por ser el país anfitrión. Espero que esta ventaja nos sirva de algo, en caso contrario, no descartemos la idea de convocar de nuevo al Pibe Valderrama. Recuerden que el Pipa de Ávila regresó al fútbol colombiano y marcó gol. ¿Por qué no el Pibe? Yo doy mi voto a favor. Todo con tal de volver a sufrir, como Dios manda, la primera ronda de un Mundial de Fútbol.

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