La caída de las pollas… mundialistas

Columna de la semana
Revista El Calvo.

La semana pasada, en el Mundial Sudáfrica 2010, se produjo una hecatombe: dos de las grandes selecciones de fútbol, Brasil y Argentina, fueron eliminadas. Una situación que solamente fue vaticinada por los comentaristas deportivos colombianos, según sus propias declaraciones tras los resultados de los partidos.

Me confieso fanático de estos tipos. No concibo apreciar un partido de fútbol sin escucharlos. Son una especie de sabios criollos que siempre atinan en todo… al finalizar el partido. Desde niño me he preguntado ¿por qué no se han postulado como directores técnicos de nuestra Selección?, seguro lo harían mejor que cualquier Bolillo, o en caso contrario, sabrían explicar, con suficientes adjetivos, el motivo del fracaso.

Retomando el tema del fracaso argentino-brasilero, que sentimos como propio, sobre todo cuando perdimos plata en la polla mundialista, soy de los que rotundamente apoya los acertados y magnánimos comentarios, frente a este suceso desastroso, de Iván Mejía y Carlos Antonio Vélez. El primero, sin pelos en la lengua, se refirió a la selección Argentina, de la siguiente manera: “¡Esto, todo el mundo lo sabía, se veía veniiiir! Pues, a pesar de que la selección tenía con qué, tenía jugadores, le faltó técnico. Le faltó un tipo que, a parte de cogerles las nalgas a toda hora a los jugadores y darles besos, pensara y organizara, a la hora de la verdad, los cambios que requiere un partido. Él es un mito viviente del fútbol como jugador, pero no como técnico”. Nadie lo hubiera podido expresar mejor, usted tiene la razón Iván, no entiendo cómo en Argentina no se dieron cuenta.

Ahora, cuando Carlos Antonio dio su veredicto, mi admiración por él incrementó. “El problema de Brasil fue de contundencia, definición, decisión y sentencia, pues tuvo todo el primer tiempo para liquidar el partido, pero no lo hizo. Hoy, Dunga está pagando la ausencia de jugadores en el banco que hubieran podido dar vuelta a un marcador. Él quiso que fuera así, por eso hoy está fuera del Mundial”. ¡Qué belleza este hombre! Sus comentarios y léxico demuestran el profundo conocimiento que tiene de fútbol y letras. Por eso, nunca dejaré de sintonizarlo profe.

Sin embargo, estas grandes revelaciones me llegaron tarde. Fui de los que apostó por una final suramericana: Brasil vs. Argentina. Un duelo que no podremos ver ni siquiera en las próximas eliminatorias, pues los verde amarelas tienen paso directo al Mundial por ser el país organizador. Por lo pronto, buscaré comunicarme con este par de colegas para ver si me ayudan a conseguir empleo con ellos para ir a Brasil 2014, ya compré el Diccionario de Sinónimos y Antónimos para ampliar mi léxico. De no ser posible lo del ‘camello’, por lo menos, les pediré que me anticipen el resultado de las semifinales y la final de Sudáfrica 2010, para ver si esta semana recupero el billete de la cuota del Icetex.

Finalmente, bajo la lógica del trabajo de los comentaristas, voy a proponer a los organizadores de las pollas, que nos den la oportunidad de cambiar nuestros presagios tras los resultados de los partidos. Eso sí, aclarando que uno ya sabía que “¡eso se veía venir!”, y apoyándonos en las sentencias de mis sabios sin pelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por culpa de las benditas pollas me quedé sin un peso... Europa sigue con la copa. Aunque me alegro porque España quedó con ella.
Un saludo.

Cristhian Carvajal dijo...

Sí, también me alegra por España. Como diría una de estos comentaristas: "Era un equipo sólido, que se paró muy bien en cada uno de los juegos y que nunca perdió su figura en los 120 minutos de la final. Por eso, logró alzarse con la copa, mientras Holanda le apostó a los pénales".
Jejejeje... Un abrazo.