¡Como de Película! … Porno

Primera Parte

Son las cuatro y cuarenta de la tarde, de verdad no va venir, aunque mejor no me ilusiono, porque él siempre llega tarde, dizque por la universidad, ja, la verdad creo que más bien es por rosca, siempre entra más tarde que nosotros y le pagan lo mismo. Pero, y si no vine a trabajar?, eso quiere decir que me va cumplir, ¡que lindo!… ojala sea eso y no que va llegar tarde como acostumbra.

¡Mierda! hoy es sábado y hay que camellar parce, maldita sea…aunque yo pedí permiso para no ir…¿no?, ¿si?...,¡Si!, no tengo que ir hoy, que chimba, porque meseriar todos los fines de semana me tiene mamado, un día de estos me va dejar Clarita por no dedicarle el tiempo que se merece. Hablando de Clara parce, como voy a hacer para zafarme de ella ¿ah?, nooo, si esa nena es más intensa que novia fea y embarazada, aunque... vos sabes que la nena no es fea, ni está embarazada… - bueno eso espero -.

Ya está oscuro, la rumba se prendió acá, eso quiere decir que cumplió, será de verdad que vine a la hora del cierre?, ji, ji, me emociona sólo pensar en verlo llegar más tarde, - “si señor, un momento” -, con su linda sonrisa y su olor dulce, ah, me en-can-ta.
Y la novia?, que no vaya hacerme lo de mi hermana, cuando se le aparecía con esa tonta, sabiendo que la pobre estaba bien tragada de él, menos mal yo no soy así… el dicho mío es: “disfrutá el momento y nada más”, además yo también estoy con Oscar. - “Con mucho gusto señor” -.

Listo parcerito, esta es la última birra, porque ya me cogió la tarde y vos sabes que ando en el carro-bomba (como le digo de cariño a la carcacha de mi padre) y no quiero que por andar bebiendo, se me dañe la noche que apenas comienza.
Estoy llegando y no escucho música, eso quiere decir que ya se terminó el turno, claro!, si es que son las 3:00 a. m… veamos que es lo que me espera… qué tal que no haya venido?.


- “Llegó Tomás chiki, me dijo que te espera en el parquiadero… apuráte y no te preocupés que yo te cubro” -. Me dijo Lina con una sonrisa maliciosa, pues se suponía que nadie se iba a enterar de mi voladita con él, pero que carajos, ya está aquí y no voy a desaprovecharlo, además se vino todo papacito y oliendo delicioso…que rico!.
– “Oye Tomasito, ahí te va mi maletín y esperáme atrás mientras yo saco la basura y me vuelo…ok? -. - “Okay nena, voy prendiendo el carro, pero no te demorés” - respondió.

Y no se demoró, ya la tenía al lado sin pronunciar palabra, manejando rumbo a mi casa, normalmente los finchos no se queda nadie ahí y es perfecto para lo de hoy. Entramos a mi hogar, comenzó a besarme, a tocarme, a quitarme, a calentarme. No me había dicho ni mu, pero no me importaba, estaba siendo feliz y esto me parece un sueño, es como si estuviera en una película porno, donde sólo basta con un: “Hola”, y ¡ya!… a follar.

Entre beso y beso, entramos a un cuarto y, en ese momento nos dimos cuenta que su papá estaba dormido en la otra habitación y me paró el impulso.
- “Entrá ahí… ¡en la cama no!, suena mucho… tirá los cojines al piso y seguí con lo que estás haciendo” -, susurró y… claro que seguí, pues su olor me excita, no lo puedo negar, además ya la tenía en su punto, lista para comenzar la faena. Así que, sin que se diera cuenta ya me había quitado la ropa y lo tenía con los pantalones abajo y...oh!, que delicia, se la lamí hasta que no aguantó más, me tiró con fuerza al piso y se posó encima mío...

Segunda Parte

El 69 fue el principio, sus gemidos y la incomodidad del piso, el final. Qué tal si se levanta mi papá ¿ah?, maldita sea, aquí no se puede, pero que ni crea que me voy a quedar así.
– “Caminá vamos a un ‘hotelsito’ que queda aquí al frente” -. Le dije mientras me vestía. – “El único problema nena es que no tengo billete” -. Me miró con picardía, esculcó en su bolso, se me acerco y me besó apasionadamente. –“Hacele rápido pues, que ya van a ser las 6 (son las 5:35 a.m.) y no puedo llegar tan tarde a mi casa” -. Dijo saliendo de la habitación.

Pasamos la autopista, entramos a la residencia (muy bonita por cierto), pero nada, estaba todo lleno y además esa vaina estaba muy costosa.
– “Ni modo Tomasito será dejarlo para...”-. Me interrumpió con un besó y dijo: - “Vamos para otro que es más barato, no te preocupés” -. Y claro que le dije que si, cómo iba a quedarme con las ganas, así que lo seguí, caminamos, caminamos, caminamos y caminamos hasta llegar a un motelucho.

Nunca me había imaginado estar por segunda vez en este cuchitril, pero no podía quedarme con esta arrechera tan berraca. – “Viejo, una habitación” -. Cómo así??, también está lleno… no jodas…-"Tocó esperar” -.
Aprovechamos ahí para hablar del trabajo, de cómo había sido la noche, cuánto se había hecho en propina, qué tan lleno había estado y era tal la frescura de nuestra conversación, que parecía como si estuviéramos en un café o algo así y, no en el andén de un motel como estaba sucediendo. En ese momento dos parejas, que habían llegado primero, negociaban una habitación para los cuatro, porque ya habían desocupado dos y no querían estar separados. Nos causó risa ese cuadro, pues dos negras inmensas (supongo que prostitutas por la facha), se habían solidarizado con nosotros para que no esperáramos más por el polvito, que bastantes percances había tenido en el amanecer. –“Frescos muchachos que los cuatro entramos a una, para que ustedes entren de una vez a la otra”-. Nos dijo la negra más grande.


Ya se había enfriado la situación, tanto así, que mientras caminamos por el pasillo rumbo a la habitación, lo único que se me ocurre preguntar, es por su novia y lo que pasaría si se diera cuenta …
–“Son $15.000”-, interrumpió la mucama. Saqué la platíca de mis propinas y pagué. La habitación es asquerosa, se escuchan los gemidos de las parejas de al lado y este ventilador no funciona, que mal, con este calor tan bravo. Sin embargo eso no parece importarle a Tomás, porque se desvistió y me besó hasta re-calentarme con su olor y sabor.

Yo no iba a pensar en mi novia, ni en el mocito de esta, no mijita, acá vinimos a follar y eso es lo que vamos a hacer, espero no me vayás a defraudar, pues prometiste ser una maestra en el tema. Y... ¡si señores!, que buena nena, comenzó a imponer el ritmo para iniciar el kamasutra, porque si que sabía de posiciones la muchacha…carajo, eso como se hace, ah!, ya entiendo… y ¿me muevo así?, uy que bien. Esto parece una follada de esas que hace Jenna Jameson en sus películas y yo trato ser uno de sus co-protagonistas.
Para el piso?, listo, ahora parados, sentados, acostados, de medio lado, al revés, así, asa…que bueno, vos sos una flaquita amoldable para lo que sea, que chimbaaaaa!…ahhhhhhhh!...

-“Me hicistes sentir cosas que nunca había sentido… me encantó”- dijo al terminar, me dio un tierno beso en la boca (que me supo a despedida), se vistió, se arregló el pelo, cogió su bolso, me miro y dijo: -“Hoy renuncié al bar, que buena despedida…adiós”-. Salió del cuarto y… ¡Corte!, se acabó la escena, ahora en otra locación: un autobús, un parque, una gasolinera, vamos a ver quien le da el nivel a la mesera.

8 comentarios:

Daniel dijo...

Pesado.

Espero la segunda parte a ver como fue que fué

Anónimo dijo...

que chimba

Andrés David dijo...

Me gustó. Aunque pienso, viejo Cristhian, que podés mejorar el ritmo y la organización del texto. A veces es difícil seguir la vaina.

Sobre el comentario de Jessica: pintados los hombres, sí. Pero también pintadas las mujeres que tampoco les importa acostarse con cualquier man (pista: la chiki tiene a Oscar).

Par de seres humanos como todos, llenos de luz y de mierda.

Cristhian Carvajal dijo...

Gracias viejo Aparicio tendré en cuenta lo del ritmo y la organización, lo que sucedió fue que quería hacer un cuento en donde lo narraran en primera persona los dos protagonistas, un experimento-intento.

Anónimo dijo...

Cris: me gustó mucho la 2da parte. Más que le primera, me gustan las descripciones que haces y me gusta el tema, solo que hay veces en que toca leer varias líneas para identificar quién está hablando, asi que una forma de hacerlo más digerible es cambiandole la fuente a la letra de cada personaje, claro que depronto te podría cambiar la intención,pero bueno es solo una pequeña opinión.
Muy bacano
Un abrazo

Anónimo dijo...

Adaptaste bien la realidad de lo acontecido aquella noche a tu cuento, esta bien.
OJO, ya es hora que nos vamos olvidando de Mateo, Maria Antonia y Jacobo, acuérdese que esa villa Suiza o Francesa o del país que sea ya se quemó y está más o menos a unos 700 metros bajo tierra.
Exitos...

Anónimo dijo...

Me gusta... calurosa y caleña..... la historia de las dos negras inmensas me intriga..... chevere men.

Anónimo dijo...

una pregunta... esa historia es real?