Un Ritual Solitario

Si mi memoria no me falla, la primera vez que fui a cine sin mis padres o familiares (primas, tíos, abuelos y de más), fue a la edad de 15 años con una hermosa nena a ver “Titanic”, quien al final de la función se convertió en mi novia (la primera). La verdad creo que esa ocasión la recuerdo como la primera, más por el hecho que marcó en mi historia frente a las proyecciones de imágenes a través de los celuloides, que por su ubicación cronológica.

En ese periodo de mi vida, era muy común hacer las conquistas en la oscuridad de una sala de cine, supongo entonces, que esa fue la intención de Viviana al invitarme ese día a ver una película que se había visto en dos ocasiones y que además, se la sabía de memoria. Pero como yo no era bobo (y aún no lo soy) acepté inmediatamente, aunque corriera el riesgo de no ver la película completa, como finalmente sucedió.

Desde ese momento inició el ritual semanal de visitar las salas de cine a ver cuanta película trajeran a cartelera, ya no solamente íbamos a besarnos en la oscuridad, sino a ver con más detenimiento los dramas, las comedias, los suspensos y los detalles de cada película, encontrando un profundo gusto por ese arte, hasta convertirlo en una parte esencial de nuestras conversaciones y vidas.

Cuando las cosas se acabaron con Viviana, perdí no solamente una gran novia, sino una excelente “compañera de película”, dejando así dos grandes vacíos en mi vida. Desde entonces, cuando quería ver el último estreno, me tocaba invitar algunas amigas o noviecitas de turno, pero nunca fue lo mismo, ya que además de salir más doloroso para mi bolsillo, - pues con mi “compañera de película” todo era compartido y en varias ocasiones gratis (para mi) -, con ellas no se podían ver las películas, no por los deliciosos besos o caricias que me entretuvieron en las primeras, sino por las estupideces que comentaba y el estrés que me producían sus preguntas cuando no entendían una parte de la película (o toda, como sucedió varias ocasiones), no obstante como no concebía la idea de ir a cine solo, ¡tocaba aguantar papá!.

Así fue hasta cuando una compañera ocasional no asistió a la cita del cine, ritual que ahora tanteaba el ranking de las nenas y que gracias a la incumplida me había tocado hacerlo solo, pues ya había comprado las boletas y no iba a perder mi platica. Y para mi asombro, no sólo no perdí la plata, sino que por fin entendí que lo mejor de ir a cine, es ir SOLO. ¡Que buena función!, no recuerdo si la película lo fue o no, lo que si recuerdo fue lo bien que me sentí al apreciar uno de los artes que más me gusta, sin que nadie me interrumpiera o desconcentrara con sus estupideces.

Hoy en día son más las veces que voy a cine solo, aunque confieso que todavía espero encontrar otra “compañera de película”, con quien pueda disfrutar el ritual de ver un filme en una sala, porque para mí no es solo un plan de domingo o una forma de conquistar (como lo era antes), sino toda una ceremonia que involucra el conocimiento previo de las películas, los directores y algunas veces los actores, además del aporte cultural que me deja y definitivamente el entretenimiento que produce este invento inocente de los hermanos Lumière.


11 comentarios:

Andrés Meza Escallón dijo...

Me identifico plenamente con la situación. Tener una buena "compañera de película" (me encantó el doble sentido) o en su defecto uno o varios buenos compañeros de cine es algo que nunca se aprecia del todo.

Yo tampoco era de los que me perdía un estreno, así mi alarma para las películas malas (alarma que se desarrolla yendo mucho a cine) me previniera con todo el volumen. Y estoy de acuerdo en que una buena película es un placer que se disfruta muy bien estando solo.

Sin embargo, casi todas las películas tienen aspectos rescatables que un buen compañero de cine te pueda ayudar a ver en medio de la discusión que sobreviene inevitablemente después de la función. Ese análisis, esa discusión acerca de cómo afecta esa película nuestras percepciones del mundo o acerca de la perspectiva que le da a nuestras propias experiencias, constituyen para mí el broche de oro con el que se debe cerrar una película. Ahora que ando "viudo" probaré volver a cine solo... pero creo que seguiré extrañando a mi "compañera de película"... :)

Anónimo dijo...

uuuyyyyyy!! me gustaria saber si fui una de estas??? en los casos de (the lord of the rings 1, the lord of the rings 2) (sino por las estupideces que comentaba y el estrés que me producían sus preguntas cuando no entendían un parte de la película (o toda, como sucedió varias ocasiones), no obstante como no concebía la idea de ir a cine solo, ¡tocaba aguantar papá!.) att: CHuly

Andrés David dijo...

Ir a cine solo hace parte de una lista de actividades que tambien pueden disfrutarse en soledad, soledad que es evitada por la mayoría porque obliga a escuchar el diálogo interno (porque incluso el que va solo a cine tiene que aguantarse las preguntas de sí mismo).

Sin embargo, debo reconocer algo: a veces, esas preguntas estúpidas abren hilos de reflexión interesantes. Ya sea por contraste o porque, en su tonta sabiduría, le pegan al cuento.

Como quién dice, hay que tener los oídos bien abiertos.

Daniel dijo...

Nunca he ido a Cine solo. No voy mucho a Cine. No creo que me toque tanto como a vos. No, quitá el creo...No me toca como a vos!

Sin embargo, si de algo se es de hacer cosas en solitario -nunca solo- y es magnifico disfrutar de tu propio poder, de tu propia ignorancia, de tu propia impotencia y de tu propia magnanimidad.

Muy bueno Cristhian.

Anónimo dijo...

Muy tenaz que recuerde que tan solo para la premier de el Titanic en 1997 halla sido la primera vez que salio con alguien que no fuera un familiar al cine. Mas triste aun que halla catalogado las pesimas compañias para ir al cine necesariamente femeninas para darle el 'picanton' (por favor...) de hacerse los levantes a oscuras. Mas aun, parece mas un ventilar de farandulismo criollo que no van al caso con el ir a disfrutar del septimo arte solo. Me sono a que lo dejaron plantado o no tubo oficio ese dia y se fue de 'matine'.

Cristhian Carvajal dijo...

Para el Anónimo (????)

En primera instancia, si me dejaron plantado el primer día que fui solo a cine (eso queda claro en el artículo) y gracias a ello, hoy disfruto del séptimo arte más solo, que mal acompañado.

Y en cuanto al "farandulismo criollo"...entendé que tenía 15 años y que hacía parte de mi idiosincrasia hacer eso y además acostumbraba a ir más con amigas que con amigos, por eso catalogué mis malas-compañías femeninas.

Por último no entendí la parte de: "(...) o no tubo oficio ese dia y se fue de 'matine'". Porque no confío en las personas anónimas que escriben "tubo", para referirse al verbo tener.

Anónimo dijo...

crispeta no me respondistes!! entonces que, yo tambien estoy involucrada en el grupo de chicas que no hacian nada mas que decir estupideses en el cine :(??? att: Chuly Paola

Anónimo dijo...

Que mas cristhian!!

Completamente identificado con lo que decis, no solamente al ir al cine se sufre de eso, sino alquilando peliculas para ver en la casa, que era mi ritual preferido con mis novias (se pueden devolver y se pueden repetir sin pagar mas, las peliculas, claro).

Aunque si tengo algo un poco distinto, y es que despues de la desesperacion (porque lastimosamente las novias que he tenido no eran las mejores "compañeras de pelicula") de verlas quedarse dormidas en la parte de la pelicula que mas les habia recomendado, venia algo un poco gratificante. Y es que explicandole a la susodicha que habia entendido yo de la pelicula aprovechaba y aclaraba mis ideas sobre la misma, algo que no hago tan bien solo, y de paso la vieja quedaba contenta con semejante novio tan inteligente y yo con el ego de cinefilo inflado de paso por los alagos recibidos.

Coincido en que la conversacion que le sigue a la pelicula es una de las mejores partes de ver cine, asi sea casi un monolo despues de todo.

Aclaro para el usuario anonimo que al igual que Cristhian la mayoria de veces que he visto peliculas acompañado es de mi novia, por lo tanto hablo de "ellas" por eso, y estoy seguro que a las buenas "compañeras de pelicula" que hay por ahi les habra pasado exactamente lo mismo con la gran mayoria de tipos con los que fueron a cine.

Ahora estoy conociendo a la que parece una exelente compañera no solo para hablar de cine sino de muchas cosas, vamos a ver que pasa.

Anónimo dijo...

que pena por lo de "alagos" y por lo de "exelente"
obviamente los HALAGOS no los recibia por mi buena ortografia

Anónimo dijo...

CREO Q NO FUI UNA DE AQUELAS AMIGUITAS, POR Q DE ECHO CERO Q NUNCA FUIMOS A CINE PERO ME ENCANTABA PASAR TARDES VIENDO PELICULAS Q NOS TOCABA RENTAR CON KEV, POR Q LA POBREZA Q NOS ACOMPAÑABA ERA GRAVE. IGUAL COMPARTO MUCHO LO DE TU "COMPAÑERA DE PELICULA" POR Q MI COMPAÑERO ES LO MAXIMO.
Q PENA NO HABER OPINADO ANTES.
UN BESO MUY GRANDE.
CLAU M.

Anónimo dijo...

Very enlightening and beneficial to someone whose been out of the circuit for a long time.

- Kris