Algo de las tres equis

Hace poco que revisaba y organizaba mis videocasetes (VHS), unas reliquias que guardo con recelo, me encontré con uno de esos casetes que no tienen ninguna marca ni etiqueta para saber lo que está grabado y, como la cuestión era organizar mis películas, documentales y videos, inserté dicho casete para ver a que categoría pertenecía.

Lo primero que me llamó la atención antes de meterlo, fue ver que la cinta estaba como en la mitad, es decir, parecía que la última vez que lo había visto, no lo terminé. Habrá sido por qué era muy malo, o por qué hacía parte de los videos caseros, que siempre deja uno sin terminar? No sé, tocaba averiguar...

Cuando hundí play comenzaron los gritos placenteros y a deslumbrarse el antiguo mete saca en un primerísimo primer plano, donde todo era explícito. ¡Claro!, el videocasete sin etiquetas era una película porno que tenía desde hacía mucho tiempo y que por supuesto no podía tener el nombre en su carátula, pues podía haber corrido el riesgo que mi madre la viera en mi habitación y comenzara con las preguntas incomodas, que en mi época de “cinéfilo xxx” no podía haber respondido.

Haber visto de nuevo las escenas de sexo explícito en mi televisor, me recordó que aquella situación, era y es, muy común en la época donde estamos madurando (tanto hombres como mujeres) y las inquietudes por el sexo llegan. Intuitivamente, todos en ese momento, nos remitimos a este tipo de cintas, donde todo se puede apreciar a flor de piel. Sin embargo, lo que tal vez muchos de los amantes de este género del cine no sabe, es que nació como documental. Si, casi al momento que el cine nació en Francia, ya se estaban haciendo, por encargo, películas con alto contenido sexual, que solamente pretendían reflejar imágenes en movimientos de una pareja follando.

Pero al pasar el tiempo este tipo de películas cobró un cambio rotundo, no necesariamente en su contenido, sino en la forma en que se producían, debido al gran interés comercial. En los setentas, década del "destape", en dónde las reminiscencias de los gloriosos y maravillosos 60´s aún perduraban en algunos espíritus hippiescos perdidos en el espacio, las películas porno eran una buena manera de experimentar, no solamente con personas de “oficio” (prostitutas como en sus inicios), sino con actores “profesionales” y técnicas de montaje para crear continuidad y poderío en las escenas donde el tiempo de duración es muy importante.

Es aquí donde tiene lugar la primera película xxx (Garganta Profunda) con historia y actuaciones, propiamente no muy acertadas, pero que sin duda marcaron un mito en el cine porno. Esta película fue el impulso para que la industria pornográfica sea lo que es hoy en día, donde se producen miles de películas al año con el mismo contenido, variando los escenarios y las historias, que no van más allá de cruzar tres palabras antes de llegar al repetitivo acto sexual.

Si algo queda claro tras ver una de estas primitivas películas es que el género ha evolucionado "artísticamente" muy poco. Es, probablemente, el género que más ha crecido en el aspecto económico pero menos en el aspecto "creativo". Quien diga que dentro del porno hay clases y que a él le gusta el porno con argumento, está intentando dar lustre a un tipo de cine que sólo tiene una función para el espectador que lo consume... esa misma función que ha hecho que vayan desapareciendo las salas X (cabinas de sex-shops aparte) pues los pornófilos de pro prefieren ver este tipo de filmes (que ni siquiera se ruedan ya en celuloide sino directamente en vídeo) en la comodidad e intimidad de sus hogares... con el cuarto de baño bien a mano.

Aunque actualmente, la industria pornográfica es muy grande y existen estrellas reconocidas a nivel mundial, festivales donde premian todo tipo de categorías y es muy fácil su acceso, siento que el gusto por apreciar la “realidad” en este tipo de películas, sigue vigente. Piensen no más en la cantidad de mensajes que se reenvían por Internet con alguna “universitaria” teniendo sexo o posando desnuda para hacerse un billetito extra. Además de la cantidad de videos caseros que se hacen las propias parejas (famosas y no famosas) que llenan más las expectativas de los pornófilos, que las “grandes” producciones, donde el argumento no existe y las escenas redundan.

Quizá verse reflejado en la pantalla, sea lo más importante para todo cinéfilo, en materia pornográfica o en cualquier otra materia. O qué piensa usted?

5 comentarios:

Andrea Estrada Gutiérrez dijo...

Interesante posición....
el hecho de pensar el cine porno como la posibilidad de hacer mucha plata con poca creación artística suena bien, pero mi excesivo moralismo me lo impediría.....que mala cosa!!!!

Andrés David dijo...

En mi caso no sería moralismo sino anti-ramplonería. He disfrutado del cine porno en ciertos momentos de mi vida, pero de ahí a producirlo, nada. Desde mi poco conocimiento en el tema, un buen experimento sería cine porno de alta calidad artística. Si ya existe, alguien que nos apunte en la dirección correcta. Si no existe, a ver quien se le mide.

Anónimo dijo...

Bacano el artículo, el tema mismo de las películas porno, resulta bastante llamativo así como las mismas películas de este tipo. Me parecen interesante varias cosas:
Primero, enganchás al lector con una anécdota personal que permite que uno se involucre y se identifique. Segundo, planteás el tema con gran acierto; y tercero, fundamentás tu escrito con elementos históricos que resultan interesantes para por lo menos tenerlos como datos o entrar a analizarlos más a fondo.

Siempre es lógico que el tema del sexo va a estar censurado o se va a desarrollar en el ámbito de lo clandestino. Más aún, la industria audiovisual de la pornografía (¿Industria cultural?) se maneja con fuerzas ocultas que van desde la realización hasta la distribución.
Lo que me parece acertado es el hecho de que tu punto de vista trasciende el carácter habitual de los comentarios sobre este tipo de cine. Creo que tenés razón cuando decís que faltan propuestas creativas o artísticas para ejecutar y elaborar otro tipo de puestas en escenas en base a las limitaciones del cine XXX.

Finalmente, ¿Cuál fue el destino del casette que encontraste?

Cristhian Carvajal dijo...

Viejo Palmira (Carlos Dorado)!

Por supuesto que la conservé. Tal vez algún día me sirva de inspiración o simplemente para relajarme un poco... je je je

Anónimo dijo...

En este momento me da mamera registrarme, pero ahi les suelto un dato. En california hay una directora de cine porno que se canso de actuar en peliculas dirigidas a hombres, pero que parecian dirigidas a micos, asi que decidio montar su industria de peliculas dirigidas a mujeres, y les cuento que el resultado es bien interesante. El otro dia vi una escena y me parecio del putas, una escena con mucha sensibilidad, paque que parecia que se querian esos dos, no se pero a mi como hombre me parecio mejor ese enfoque, y eso que no estoy ni enamorado ni despechado, solamente se ve muy bacano en pantalla cuando lo hacen no solamente por hacerlo, como dicen en la naranja mecanica, el viejo mete saca, no, este si era completo.
Voy a averiguar bien quien es y les digo